Cirsa sigue con su política de crecimiento a través de adquisiciones lanzada en los últimos años. La compañía de juego ha encontrado en Italia un foco para expandirse, país en el que ha protagonizado varios movimientos corporativos en los últimos años. Si en 2022 se hizo con el 60% del operador online E-Play, uno de los 10 más grandes, ahora ha cerrado tres nuevas operaciones para ganar tamaño tanto en el mundo digital como en el sector de las máquinas recreativas tradicionales.
La empresa controlada por el fondo Blackstone acometió en los últimos meses tres adquisiciones con una inversión conjunta que supera los 60 millones de euros. En su negocio tradicional, el de las máquinas, la mayor operación corporativa fue la compra del operador Modena Giochi, una compañía con amplia implementación en la región Emilia-Romaña, al norte del país transalpino.
En el mundo digital, Cirsa también realizó dos inversiones. La primera fue la de SportItaliaBet, una marca de apuestas online, que se añadirá al portafolio de marcas con el que ya contaba E-Play en el momento de la compra. La segunda, de menor calado, se trata de una pequeña parte del grupo E-Gaming.
De este modo, la organización con sede en Terrassa (Barcelona) prosigue su expansión por Italia, país en el que opera desde 1997. Según los datos disponibles, cerró la campaña 2023 con 10.986 máquinas de slots frente a las 7.204 que tenía en 2022; un crecimiento del 52% en un año. Además, suma una decena de bingos y más de 500 empleados en el país.
Con esta apuesta, el mercado italiano pasó de representar el 4,5% de las ventas en 2022 al 7,2%, colocándose como el quinto en relevancia por detrás de España, Panamá, Colombia y México.
La compañía fundada por Manuel Lao continúa así con su política de expansión por mancha de aceite, focalizada en adquisiciones de tamaño medio o incluso pymes frente a grandes operaciones corporativas. Así lo hizo en los últimos dos años, en los que además de crecer en Italia estuvo activa especialmente en España, su principal mercado, y en México, donde adquirió la casa de apuestas deportivas Ganabet, la quinta más grande del país.
La compañía mantiene su crecimiento inorgánico mientras su negocio ya da por olvidado el golpe de la pandemia. Dio un nuevo salto en 2023 hasta unos ingresos de 2.396 millones de euros, un 17,5% más que en 2022, y un beneficio neto de 80 millones, un 41,5% más que el ejercicio anterior, en un año récord en que además incorporó activos físicos, como casinos en México (comprado por 10,5 millones en Tuxtla) y Panamá (abierto tras reformarlo).
Pese a esta política de crecimiento, la deuda neta se mantiene estable en 2.247,9 millones de euros, 23,1 millones menos que a 31 de diciembre de 2022, y el crecimiento del negocio ha recortado en el último año la ratio deuda ebitda de 4,1 a 3,6 veces.
A la espera de los planes de Blackstone, con la bolsa en el horizonte
El nombre de Cirsa ocupó durante los últimos años muchas de las quinielas de empresas futuribles para dar el salto a bolsa, algo que parece haberse enfriado en los últimos años. De hecho, Reuters explicó que Blackstone maneja diferentes opciones para afrontar su salida del accionariado tras seis años.
En la última conferencia con analistas, Antoni Grau, director financiero, advirtió: «Creemos que las condiciones del mercado no son las que nos podrían proporcionar la valoración que creemos que la compañía merece. Así que no tenemos prisa por ejecutar una salida a Bolsa». Así sobre la mesa cuenta con otras opciones, com una posible venta.